El
resentimiento de los españoles hacia sus políticos va en aumento, según informa nuestro
lector Chris Wohlmuth. Mientras
tanto, incluso algunos sectores de la policía se enfrentan al gobierno.
Desde
que el conservador Partido Popular (PP) ha vuelto a tomar el liderazgo político
en España, han desaparecido casi por completo las críticas al gobierno en la
televisión estatal. Muchos
españoles políticamente interesados tienen la sensación de que ya no están
debidamente informados sobre lo que está sucediendo en su propio país. Ahora
ya solo confían en la información que reciben de los relatos de testigos
presenciales y en Internet.
Así es como se informan,
entre otras cosas, sobre el aumento de la violencia policial. Recientemente,
por ejemplo, se dio a conocer que varios agentes de policía golpearon e
insultaron a un padre de familia catalán que arrojó dos huevos contra una sede
del PP. Después
los agentes lo introdujeron en el coche patrulla y lo llevaron a una comisaría
donde lo retuvieron toda la noche, sin darle la oportunidad de informar a su
familia. La
policía española a menudo se quita sus números de identificación en tales
acciones para que luego no tengan que asumir responsabilidades.
Incluso los policías se ven afectados por los programas de austeridad del gobierno español. Sin embargo, la mayoría de ellos continúan yendo contra los manifestantes, en lugar de permanecer a su lado. Hace unos días algunos policías se han unido a los Indignados [sic]. Muchos cuerpos de bomberos se han convertido en partidarios de los indignados, incluso el ejército se ha comprometido a apoyar las iniciativas cívicas en defensa de los principales derechos civiles.
También en otros sectores de la sociedad española aumenta el descontento respecto a los políticos. Recientemente, cuando los mineros marcharon a Madrid recibieron un gran apoyo del público. Fueron recibidos con entusiasmo por miles de personas en la capital. "Por fin alguien está luchando contra esta injusticia", parecían pensar muchos españoles.
Uno de los gritos de batalla más populares durante las manifestaciones es: "No nos representan" [sic]. Casi nadie cree que los políticos y los ciudadanos se vayan a reconciliar en un futuro próximo.
Incluso los policías se ven afectados por los programas de austeridad del gobierno español. Sin embargo, la mayoría de ellos continúan yendo contra los manifestantes, en lugar de permanecer a su lado. Hace unos días algunos policías se han unido a los Indignados [sic]. Muchos cuerpos de bomberos se han convertido en partidarios de los indignados, incluso el ejército se ha comprometido a apoyar las iniciativas cívicas en defensa de los principales derechos civiles.
También en otros sectores de la sociedad española aumenta el descontento respecto a los políticos. Recientemente, cuando los mineros marcharon a Madrid recibieron un gran apoyo del público. Fueron recibidos con entusiasmo por miles de personas en la capital. "Por fin alguien está luchando contra esta injusticia", parecían pensar muchos españoles.
Uno de los gritos de batalla más populares durante las manifestaciones es: "No nos representan" [sic]. Casi nadie cree que los políticos y los ciudadanos se vayan a reconciliar en un futuro próximo.
Chris Wohlmuth
Estudió ciencias políticas y escribió su tesis sobre el movimiento de protesta español. En el curso 2010/2011 estudió en Madrid con una beca Erasmus.
Estudió ciencias políticas y escribió su tesis sobre el movimiento de protesta español. En el curso 2010/2011 estudió en Madrid con una beca Erasmus.